sábado, 25 de junio de 2011

FALACIA "AD HOMINEM"

Ejemplarizamos lo que no se debe hacer

en el debate político

(ni en ningún otro debate)

Comenzamos por explicar esquemáticamente, lo que es la falacia "ad hominem". Es el argumento, contra un rival, construido de la siguiente manera:

· El señor X dice que la verdad es Y.

· Se le contesta desacreditando al señor X por cualquier otro motivo, o motivos, ajenos al tema que se discute (incluso que es más feo, que es calvo, que no tiene diploma...).

· Se concluye diciendo que (por la desacreditación de X) la verdad Y es falsa.

*  *  *

Mi campo de trabajo ha sido el municipio de Colmenarejo, en la provincia de Madrid, España. Casi todos los críticos "políticos", leídos y escuchados, incurren en sus argumentaciones en la falacia "ad hominem": resulta más importante descubrir los fallos, verdaderos o falsos, del rival, que analizar el asunto discutido para encontrar las diferencias, o los puntos de encuentro.

rajoy Hay verdaderos especialistas en errores de los demás y ciegos absolutos en los propios. Tontos perdidos declaran tontos a otros que, a su vez, contestan que más tontos son los primeros. Y esto sucede en toda la política española.

Este sistema, repetido todos los días hasta la saciedad, termina por tenernos enterados de los fallos personales de todos, mientras los asuntos principales siguen quedando sin resolver.

¿Habría que declarar, pero ya, inconstitucional la falacia "ad hominem"?


sábado, 18 de junio de 2011

Viñeta de El Roto, en "El País"

elroto

 

Esperamos que no funden, y controlen, en lugar de ser controlados; y menos por el dinero como los otros partido.


martes, 14 de junio de 2011

LIBERALES Y ESTAFADORES

 dineroLos bancos

nos estafan

con 

nuestro

dinero 

No serás tan inocente que te creas que tu dinero el banco lo guarda seguro en una caja del sótano. Todo lo utiliza en ganar más, tus euros se los presta a la empresa que abusa de tu trabajo, que te acosa y que te despide. Que te tira a la calle cuando ya no le sirves. Que cobra subvenciones y bonificaciones de impuestos también, por otra parte, con tu dinero.

Un banco te ofrecerá una rentabilidad del 3% durante seis meses. Pero no te dirá que lo que te da es solamente la pérdida de valor inflacionaria de lo que has depositado. Cuando lo saques, podrás comprar lo mismo que cuando lo depositaste.

Mientras te ofrece esa rentabilidad en seis meses, el cobrará al menos el doble al prestatario, durante cinco, diez, veinte, o más años, en el caso de las hipotecas.

En una cuenta corriente, la rentabilidad será del 0,10%, o de cero, con lo que, en realidad te estará cobrando de un dos a un tres por ciento por mantener disponible tu dinero. Pero lo estará usando para prestar, con una ganancia neta de un nueve por ciento como poco.

Cuando un banco te contrata un fondo de pensiones, también especula con el dinero de tus cuotas, pero tu dinero sigue valiendo lo mismo y, en muchos casos menos.

Un banco te cobrará por el mantenimiento de la cuenta, por la tarjeta de crédito, por lo que te envían por correo, sumas bastante superiores a lo que te pague de intereses.

Y no se te ocurra en tirar de tarjeta de crédito para comprar algo y pagarlo en varios meses. Acabarás pagando intereses que pueden llegar a suponer hasta un 26% en algunos casos. Mejor aprovecha las ofertas de comerciantes que aplazan pagos manteniendo el precio de venta.

Te empobrecerá el banco cuando guardes tu dinero. Te esquilmará, mientras él gana siempre, con los fondos de inversiones. Te arruinará si antes has contratado una hipoteca y dejas de pagar.

Esas son las maravillas con las que los bancos nos ayudan a hundirnos en la miseria. Parece muy sencillo, una tontería, pero el retorcimiento de la realidad es tanto, que no lo podríamos explicar aunque lo supiéramos todo.


domingo, 5 de junio de 2011

MOVIMIENTO 15-M

Si quieres que algo no se resuelva convoca una comisión

IMG_0079

Leyendo por aquí y por allá, y asistiendo personalmente a alguna convocatoria del movimiento 15-M, hemos podido encontrarnos con una situación curiosa: la creación de comisiones. Bien es verdad que la necesidad de una división del trabajo es palpable pero, realmente, ¿son necesarias tantas comisiones? En bastantes asambleas transcurre la totalidad del tiempo creando comisiones innumerables. Hemos podido anotar las siguientes:

Agricultura, alimentación, análisis sociales, atención al acampado, comunicación, contenidos, derechos de los animales, economía, educación, electoral, energía, estrategia, feminismo, información, informática, jubilados y pensionistas, libertad de movimiento, medio ambiente, migraciones, nexo, organización, órganos de gobierno, participación, política, política a largo plazo, recuperación de la ciudad, sanidad…

No sabemos si falta algo pero, ya con estas 27 comisiones, ¿será fácil llegar a un mínimo de organización? Por otra parte, oído en una asamblea, alguien propone que las comisiones sean rotativas. ¿Rotativas en qué? ¿En los componentes, en los asuntos a tratar? ¿No es una exageración de la pretendida horizontalidad?

Quisiéramos que el movimiento cambiara algo pero, con la política de comisiones, no creemos que se consiga un avance importante, porque volvemos al funcionamiento de  las instituciones que  ya existen.

En alguna asamblea hemos escuchado que se procurarían contactos con los políticos… ¡Para qué! Habíamos creído que se trataba de dinamitar el sistema (como en el 68), pero esto no marcha. Si es una reforma, con lo que tenemos, hay que replantear algunas cosas en la resistencia civil.