HAY
ALTERNATIVAS
CON INDUDABLE BUENA INTENCIÓN SE HA ESTADO DIFUNDIENDO EN CORREOS ELECTRÓNICOS EL SIGUIENTE TEXTO. SIN DUDARLO NOS ADHERIMOS A SU ESPÍRITU, PERO TENEMOS CONCIENCIA DE LO ILUSORIOS QUE SON SUS RESULTADOS. TODO ESTÁ ATADO Y BIEN ATADO.
(Las notas en color amarillo son nuestras)
Curioso, pero no había caído en ello! El mundo está lleno de genios.
¿Qué pasaría si en las elecciones del 2012 (suponemos que se refiere a las del 20N) -para el Gobierno- al abrir las urnas aparecieran vacíos todos los sobres de los votos para el senado?
La interpretación lógica sería que los españoles ¡¡¡no queremos senadores!!! y por lo tanto desaparecería y nos ahorraríamos el innecesario Senado. (Ver nota importante a pié de página)
¿Os apuntáis a la idea?
¡¡¡Pues a gozar difundiéndola!!!
Mandemos la papeleta del Senado en blanco [o el sobre vacío]. Y, así, se podrá ELIMINAR EL SENADO , ya que, si no sale ningún nombre elegido, no podrá nombrarse a ningún senador. (ojo, no es verdad) TENEDLO EN CUENTA .
NORUEGA, SUECIA, DINAMARCA, NO TIENEN SENADO, ALEMANIA SOLO 100 SENADORES.
EE.UU. UN SENADOR POR CADA ESTADO.
LOS GRANDES TEÓRICOS DEL DERECHO INTERNACIONAL Y CONSTITUCIONAL OPINAN QUE ES UNA CÁMARA INNECESARIA, PRESCINDIBLE Y QUE ESTÁ EN EXTINCIÓN,
¿ENTONCES POR QUÉ TENEMOS QUE MANTENER A 260 SENADORES?
DE ESTA FORMA AHORRAREMOS 3.500 MILLONES DE EUROS CADA AÑO.
ELIMINAR LA PENSIÓN VITALICIA DE TODOS LOS DIPUTADOS, SENADORES
Y DEMÁS "PADRES DE LA PATRIA ".
Nota importante.- Todo eso está muy bien pero, en España, tengamos en cuenta que 55 senadores lo son por designación real entre "próceres", títulos nobiliarios, "vitalicios", "por derecho propio", Reales Academias, Universidades, Sociedades Económicas y Arzobispados. Luego, la pirueta electoral para terminar con el senado, podría "coronarse" (nunca mejor dicho) con entregar sus decisiones a los sectores más rancios, inmovilistas y reaccionarios de las clases dominantes.
¿Qué es lo debatible
en la vida política rural?
Aquí hablamos de pueblo, en general, para referirnos a los núcleos menores de población rural-urbana, salvo excepciones, de los que tienen un censo menor a los veinticinco mil habitantes. Sobre esa cifra ya habría que ponerle nombre a la entidad.
Han proliferado, en ese tipo de poblaciones, la creación de símiles de partidos políticos, que se apoyan en intereses locales, algunas veces mezquinos, y que niegan cualquier beligerancia a las agrupaciones civiles de carácter que podríamos llamar "nacional".
En esa negación de la presencia de las ideas políticas, se subliman las ínfimas actitudes del villorrio castellano, de rancho y pan llevar. Y surgen las agrupaciones electorales de fijación local que defienden los temas domésticos exclusivamente y niegan cualquier ideología.
Pero, sin duda alguna, sabemos que la ideología hace falta. Que no se trata de cambiar para que todo siga igual. Que hay premisas sociales, que existen reivindicaciones necesarias no comprendidas en los programas para el arreglo de la plaza mayor, de la casa del cura, de la ermita, y de la carretera. Que nadie debe consentir que los pobres lo sigan siendo, o más, y que los ricos sean cada vez más ricos.
Por lo tanto, hablemos desde los principios, hablemos desde la solidaridad, intervengamos en la conversación que los grupos políticos están obligados a mantener en niveles más amplios, regionales o nacionales, con las diferencias entre ellos que marcan las ideologías y los grandes objetivos.
¿Consecuencia inevitable? Amplitud del debate en los pueblos, negativa a refugiarse exclusivamente en lo cercano, próximo o inmediato. Necesidad de ensanchar el horizonte de la actuación política y municipal.
"La patria es un sentimiento del que suelen jactarse los señoritos. Cuando llegan los trances, los señoritos la invocan y la venden. El pueblo la compra con su sangre y no la mienta siquiera". Antonio Machado |
Hoy han asesinado a Facundo Cabral, en Guatemala. Nos hemos quedado sin palabras ante ese hecho que nos deja sin un testigo de nuestro tiempo que lo dijo todo con su música. Nunca comprenderemos, por mucho que lo intenten explicar, lo que tiene que ser un por qué irracional.
Ejemplarizamos lo que no se debe hacer
en el debate político
(ni en ningún otro debate)
Comenzamos por explicar esquemáticamente, lo que es la falacia "ad hominem". Es el argumento, contra un rival, construido de la siguiente manera:
· El señor X dice que la verdad es Y.
· Se le contesta desacreditando al señor X por cualquier otro motivo, o motivos, ajenos al tema que se discute (incluso que es más feo, que es calvo, que no tiene diploma...).
· Se concluye diciendo que (por la desacreditación de X) la verdad Y es falsa.
* * *
Mi campo de trabajo ha sido el municipio de Colmenarejo, en la provincia de Madrid, España. Casi todos los críticos "políticos", leídos y escuchados, incurren en sus argumentaciones en la falacia "ad hominem": resulta más importante descubrir los fallos, verdaderos o falsos, del rival, que analizar el asunto discutido para encontrar las diferencias, o los puntos de encuentro.
Hay verdaderos especialistas en errores de los demás y ciegos absolutos en los propios. Tontos perdidos declaran tontos a otros que, a su vez, contestan que más tontos son los primeros. Y esto sucede en toda la política española.
Este sistema, repetido todos los días hasta la saciedad, termina por tenernos enterados de los fallos personales de todos, mientras los asuntos principales siguen quedando sin resolver.
¿Habría que declarar, pero ya, inconstitucional la falacia "ad hominem"?
Esperamos que no funden, y controlen, en lugar de ser controlados; y menos por el dinero como los otros partido.
nos estafan
con
nuestro
dinero
No serás tan inocente que te creas que tu dinero el banco lo guarda seguro en una caja del sótano. Todo lo utiliza en ganar más, tus euros se los presta a la empresa que abusa de tu trabajo, que te acosa y que te despide. Que te tira a la calle cuando ya no le sirves. Que cobra subvenciones y bonificaciones de impuestos también, por otra parte, con tu dinero.
Un banco te ofrecerá una rentabilidad del 3% durante seis meses. Pero no te dirá que lo que te da es solamente la pérdida de valor inflacionaria de lo que has depositado. Cuando lo saques, podrás comprar lo mismo que cuando lo depositaste.
Mientras te ofrece esa rentabilidad en seis meses, el cobrará al menos el doble al prestatario, durante cinco, diez, veinte, o más años, en el caso de las hipotecas.
En una cuenta corriente, la rentabilidad será del 0,10%, o de cero, con lo que, en realidad te estará cobrando de un dos a un tres por ciento por mantener disponible tu dinero. Pero lo estará usando para prestar, con una ganancia neta de un nueve por ciento como poco.
Cuando un banco te contrata un fondo de pensiones, también especula con el dinero de tus cuotas, pero tu dinero sigue valiendo lo mismo y, en muchos casos menos.
Un banco te cobrará por el mantenimiento de la cuenta, por la tarjeta de crédito, por lo que te envían por correo, sumas bastante superiores a lo que te pague de intereses.
Y no se te ocurra en tirar de tarjeta de crédito para comprar algo y pagarlo en varios meses. Acabarás pagando intereses que pueden llegar a suponer hasta un 26% en algunos casos. Mejor aprovecha las ofertas de comerciantes que aplazan pagos manteniendo el precio de venta.
Te empobrecerá el banco cuando guardes tu dinero. Te esquilmará, mientras él gana siempre, con los fondos de inversiones. Te arruinará si antes has contratado una hipoteca y dejas de pagar.
Esas son las maravillas con las que los bancos nos ayudan a hundirnos en la miseria. Parece muy sencillo, una tontería, pero el retorcimiento de la realidad es tanto, que no lo podríamos explicar aunque lo supiéramos todo.
Leyendo por aquí y por allá, y asistiendo personalmente a alguna convocatoria del movimiento 15-M, hemos podido encontrarnos con una situación curiosa: la creación de comisiones. Bien es verdad que la necesidad de una división del trabajo es palpable pero, realmente, ¿son necesarias tantas comisiones? En bastantes asambleas transcurre la totalidad del tiempo creando comisiones innumerables. Hemos podido anotar las siguientes:
Agricultura, alimentación, análisis sociales, atención al acampado, comunicación, contenidos, derechos de los animales, economía, educación, electoral, energía, estrategia, feminismo, información, informática, jubilados y pensionistas, libertad de movimiento, medio ambiente, migraciones, nexo, organización, órganos de gobierno, participación, política, política a largo plazo, recuperación de la ciudad, sanidad…
No sabemos si falta algo pero, ya con estas 27 comisiones, ¿será fácil llegar a un mínimo de organización? Por otra parte, oído en una asamblea, alguien propone que las comisiones sean rotativas. ¿Rotativas en qué? ¿En los componentes, en los asuntos a tratar? ¿No es una exageración de la pretendida horizontalidad?
Quisiéramos que el movimiento cambiara algo pero, con la política de comisiones, no creemos que se consiga un avance importante, porque volvemos al funcionamiento de las instituciones que ya existen.
En alguna asamblea hemos escuchado que se procurarían contactos con los políticos… ¡Para qué! Habíamos creído que se trataba de dinamitar el sistema (como en el 68), pero esto no marcha. Si es una reforma, con lo que tenemos, hay que replantear algunas cosas en la resistencia civil.
Tienen clavado el advenimiento de la Segunda República, y quieren imitarlo convirtiendo estas elecciones municipales y autonómicas en un plebiscito, para que aparezcan las derechas salvadoras, absolutistas, con derecho a un cambio total, a su medida, de la vida pública en este país.
Pero no, no debemos admitir ese cambio de significado: estamos ante una constitución de ayuntamientos y de cámaras autonómicas, que tienen ante sí un trabajo de gestión que, aunque matizado por las ideologías de los partidos, tiene un desarrollo parecido lejanamente, pero no idéntico, al trabajo que habrá de desarrollar el parlamento nacional cuando se le elija.
En consecuencia, no nos pongamos nerviosos, votemos los ayuntamientos por unas razones específicas, las autonomías, por otras, y cuando llegue el día y la hora , decidamos sobre el rumbo que estimemos deba tomar la política del país entero.
La mujer del Cesar tiene que ser honrada, y tiene que aparentarlo. Hemos avanzado bastante en modales democráticos, vamos desplazando las martingalas dictatoriales y las imposiciones de clase que trataban a los ciudadanos como analfabetos que necesitan una tutela de los conocedores.
Referidas al acto electoral de la votación, las imágenes trasmitidas por las televisiones, únicas escuelas de ciudadanía al alcance de todos, están basadas en los tiempos de dictadura, y anteriores, y no reflejan lo estipulado por la ley. Muestran a los presidentes de mesa electoral introduciendo las papeletas en las urnas, en lugar del votante.
Desde el 28 de enero de 2011, tarde pero todavía a tiempo, la Ley vigente estipula que el votante introduce, por su propia mano, el sobre o sobres que contienen las papeletas. No las tiene que introducir el presidente de mesa.
No permitas que el derecho al voto sea mixtificado por el hecho de que tu papeleta la introduzca en la urna un presidente de mesa. Tu votas, tu pones el voto en la urna.
Fundamentos jurídicos, sin entrar en la discusión de que sean perfectibles, del momento del voto:
Ley Orgánica 2/2011, de 28 de enero, por la que se modifica la Ley Orgánica 5/1985 de 19 de junio, del Régimen Electoral General.
Artículo único. Modificación de la Ley Orgánica 5/1985...
§ Treinta. El apartado 3 del artículo 86 queda redactado del siguiente modo:
Cada elector manifestará su nombre y apellidos al Presidente. Los Vocales e interventores comprobarán, por el examen de las listas del censo electoral o de las certificaciones aportadas, el derecho a votar del elector, así como su identidad, que se justificará conforme a lo dispuesto en el artículo anterior. Inmediatamente, el elector entregará por su propia mano al Presidente el sobre o sobres de votación cerrados. A continuación éste, sin ocultarlos ni un momento a la vista del público, dirá en voz alta el nombre del elector y, añadiendo Vota, entregará el sobre o sobres al elector quien los depositará en la urna o urnas.
Se recomienda tener a mano una copia del párrafo precedente, para instruir, si es necesario, a los componentes de la mesa electoral. Si no se obedece a los determinado por la ley, queda abierta la posibilidad de denuncia ante la Junta Electoral correspondiente.
La necesidad de ganarse el sustento de los periodistas españoles, o de los amanuenses de los poseedores de los medios, les hacen engordar con desmedida la poquísima información que poseen. Este procedimiento se ha puesto de relieve en las interpretaciones que nos han hecho llegar desde su precaria posición de relatores de la actualidad, carentes de conocimiento amplio de los sucesos. Como ha sucedido con el tema de la aniquilación de Osama Bin Laden.
También, cuando entran en el capítulo de las interpretaciones políticas, ponen en boca del hombre de la calle opiniones que solamente se pueden deducir de sus informaciones equivocadas.
Por ejemplo, lo del “entierro en el mar” es de libro. Y lo de la “conformidad con los ritos islámicos”, de enciclopedia. Definir un acto de guerra, como un “asesinato” es, sin duda, una toma de posición personal para caerles bien a determinados clientes, que quizás les lean, de extracción anti-americana.
Toda la vida eso se ha llamado “inflar el perro”. Pero no se dan cuenta de que hasta para inflar el perro se necesita inteligencia.
En muchos de nuestros pueblos, los partidos “de toda la vida” han asistido a la creación apresurada de grupúsculos formados por vecinos que competirán en las próximas elecciones municipales. Son las agrupaciones de electores que creen van a defender mejor sus intereses (los de las agrupaciones) “pillando” los sillones de concejal.
El resultado, muchas veces, y la experiencia lo demuestra, es que los votantes no afiliados acaban por sentirse defraudados si votan a esos grupos. ¿Por qué? Porque la finalidad de las asociaciones nunca se han expresado con claridad y previamente. Se vota por la novedad. Y es imposible que los intereses ocultos de las agrupaciones coincidan con los de la totalidad de sus electores.
Animamos a que los verdaderos partidos, cuya posición ideológica ya conocemos todos, pongan como suyos unos objetivos específicos para el pueblo, que trasciendan de su ideología, que sean bien defendibles también en un escenario no partidista, para que podamos dejar de gastar energías en los micropartidos rurales que no pueden salir de los límites del municipio.
A esto ayudaría bastante que los partidos “de toda la vida” modularan sus campañas internacionalistas, o peninsulares, o autonómicas, para ajustarlas al escenario municipal, con lo que se conseguiría una mayor concentración de esfuerzos en su política local.